Dominación e historia en la política paraguaya moderna

La clase política paraguaya en su conjunto es una clase dominante frente a una población sometida tanto electoral, como cultural, política, educativa o socialmente. Por medio del poder del gobierno, la clase dominante impone la narrativa a la ciudadanía; desde pequeños, si el ciudadano tiene la posibilidad de ir al colegio, público o privado, es la misma malla curricular la que estudia, la que aprueba el gobierno, con eso le enseñan la historia que quieren, con las omisiones y agregados que convienen, los valores de sumisión que quieren y plantan la semilla de la discusión que pretenden, para imponer la narrativa que prefieren, en vez de educación financiera o al menos el acceso, si no, la tele te educa, con la misma clase dominante por delante, los dueños de los medios de comunicación y sus intereses corporativos, siempre al pendiente del rival de quien le paga, por arriba o debajo de la mesa, te imponen la “cultura” y que eligen lo que te muestran y como. Por eso la importancia del análisis de la historia, y en especial la reciente paraguaya, radica en estudiar de donde y en que contextos se dio la presente coyuntura pseudo democrática, quienes son los actores que dan pie a ese cambio, ideal más que estructural, dada las elecciones convalidatorias del periodo anterior que denotan que el acto, aunque simbólico, ya estaba presente y la población no era ajena al ritual en sí, aunque carente de real elección, esto deja a un modelo democrático incomodo para la clase dominante, por lo cual, a más de los actores que se vendrían a desenvolver en este nuevo esquema por decirle de algún modo, los mismo, con la constitución del 92, adaptaron a sus necesidades clánicas ciertas cuestiones vía la constitución, como la dictadura parlamentaria apenas encubierta, con reelecciones indefinidas para los congresistas. El paso a la “democracia” en el Paraguay, no deviene de una evolución del ciudadano, educado en valores civiles y democráticos, quien a fin de hacer ejercer, a través del control del poder del gobierno, un modelo ideológico político, económico y social que le parece optimo y adecuado para el desarrollo del país, o al menos mínimamente informado del ideario que promueve y comulga, busca cambiar su realidad, mucho menos fue a través de la unión del pueblo llano en busca de libertad de un modelo opresor. No, más bien deviene de un cambio de gobierno, a través de un golpe de estado de la misma oligarquía política, cerrando un modelo adaptado a su época, con sus luces y sus sombras, patentemente en decline, pero que sirvió para matar al pasado, para ser sus restos presentados simbólicamente como un cambio, pero que no paso del símbolo, dado que el mismo ecosistema político se mantenía, se mantiene, y constitución nacional mediante, a más de la inconsciencia popular, se mantendrá por algún tiempo más. Saber que son los mismos actores o sus herederos, con algún fugaz jagua extranjero, los mismos que manejan el poder, con feudos a su servicio, donde indefectiblemente, tanto de uno como de otro color, incluso los pequeños partidos que orbitan su alrededor, tienen una maquinaria electoral muy afinada, el funcionariado público, donde siempre se tiene que tener un kavaju, una cuña para entrar; además que por un alma, la más de las veces una familia entera y sus ramificaciones firman el contrato con satanás, por si hay un cupito más, ni hablar de los punteros de barrio que cambian votos por necesidad, y entre la nada por un lado y la costumbre de promesas sin cumplir y una resignación o adaptación con la realidad, la gente instintivamente sabe que su voto solo legitima la decisión del alguien más, en una esfera que nunca entenderá y menos aún integrara. Las clases medias atrapadas en el presente de consabido rito electoral donde los mismos siempre están y el discurso de lo malo que era la era previa al 89 y en el eterno proceso de transición definen la discusión, mas nunca se cuestiona quien narra la historia, ni que paso de allí para acá, un periodo de 30 años, llamado transición, como para no dejar de llorar por lo que paso otros 30 años detrás. Las clases medias están atrapadas en una ilusión de importancia electoral o incluso política y social cuando en verdad solo están atrapados en un laberinto sin salida llamado Paraguay, donde los de arriba deciden quien es ciudadano de primera o de segunda en realidad. Teniendo en cuenta lo anterior y ante la imposibilidad de crear verdaderos cambios profundos desde la ignorancia o la comodidad, lo único que podría recomendar es entender quienes son los que gobiernan, como llegaron ahí, cuales son sus clanes, no solo el partido, que estuvieron dispuestos a hacer para llegar allí y demás, para saber que pedirle peras al olmo no es una acción cuerda en realidad; también la gente debe comprender el truco de los partidos y los políticos en general, o sea la falta de poder ciudadano posterior a la farsa electoral donde la única elección es el del mal menor o el peor, el ciudadano no controla nada, solo elige quien manda más fuerte; en esa situación, y omitiendo cualquier sueño cortoplacista o a recurrir a modelos de caudillaje, donde el despecho solo busca destrucción, y no la regeneración, al no tener un proyecto político real, al ciudadano de a pie lo único que le queda es formase para debatir y reclamar para ganar el mando del discurso social, imponer la necesidad de discutir el progreso nacional, a falta de modelos en los partidos, plantearlos en la tribunas, no permitir que los medios de comunicación masiva adormezcan los intereses reales, en pos de discutir pretensiones políticas partidarias rivales, en vez de hablar de cuestiones tocantes al escandalo o a ataques entre clanes, que pasen a ser la eficiencia en el trabajo de los representantes, la calidad y la relevancia de sus proyectos, como la revisión de sus resultados, condicionar la discusión a los problemas reales, no solo la repartija del poder de los oligarcas, obligar a purificar a lo establecido mientras nazca lo nuevo, por que otra salida, que no se una mentira, no llega a mi mira. Todo depende de la formación individual de cada uno, entendiendo el contexto histórico y social que define el Paraguay, desprenderse del idealismo en algunos casos del deber ser y en otros de la paja mental o indiferencia, sumergirse en el pasado reciente y lejano para saber como se construye el sistema que realmente se maneja en nuestro país, compartir esa información, entender donde se esta parado para poder analizar las acciones más eficaces para modificar algo, no simplemente las simbólicas o las carentes de real eficacia pero mucho idealismo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Bases y Condiciones Concurso de COMICS MIGRACIÓN E INTEGRACIÓN PY

Las Aventuras De Mark Twain (Subtitulos en Español) Película Completa