Cárceles, Educación y Trabajo
Tomando
en cuenta una célebre frase a la cual cito, “las cárceles son el reflejo de la
civilización de un pueblo”, ¿que podrían decir e inclusive demostrar nuestros
recintos carcelarios sobre el pensamiento colectivo y la forma de ser del paraguayo?,
pues lamento en demasía responder que poco o nada bueno; puesto que, la
superpoblación, las falencias sanitarias y las flagrantes discordancias entre la
letra muerta que pretende regular estos recintos y la realidad dentro de los mismo,
nos hacen entrar en la cuenta de que el sistema implementado es ineficaz para rehabilitar
al condenado y transfórmalo en un actor benéfico para el común social, e
inclusive falla en garantizar los mismos derechos humanos de estos individuos,
los cuales, por más faltas que tengan no dejan de ser personas.
Reinserción
social efectiva y de reincidencia
Al no
existir mayormente en el Paraguay, políticas pro- sociales y post-carcelarias que
ayuden al reo a tomar una conciencia social más acabada, que eleve su autoestima
y que le muestre y preparare para ganarse la vida sin tener que recurrir a la
delincuencia; es de esperarse que la reinserción social no se dé de manera efectiva,
quedando los ex- presidiarios en una situación marginal con respecto a la sociedad
en general, con esto se puede deducir que el mismo es llevado a tomar dos posibles
caminos, hablando de la generalidad de los casos, vivir en forma de paria en
una sociedad que no le da oportunidad de redimirse, tanto por su condición de antiguo
preso, tanto por su falta de capacidad y cualidad para trabajos que le provean
de un ingreso económico suficiente para costearse una forma de vida integral,
por lo cual no podrá aportar mayor beneficio a la sociedad que el dejar de delinquir;
otro caso muy distinto es la del ex-presidiario que se ve envuelto en la vida
criminal nuevamente o reincidente, atendiendo que en el estado actual del sistema
penitenciario, este sería de algún modo un lugar de tecnicatura en como infringir
la ley de manera más efectiva y especializada, proveyendo además de posibles
contactos que serían de ayuda al momento de violar la norma.
Con
esto, quisiera expresar la necesidad de aplicar de manera efectiva las ya mencionadas
políticas pro sociales y post carcelarias, que a mi entender se basarían principalmente
en educación y capacitación laboral dentro de las cárceles.
Experiencia de países que implementaron un sistema similar
Trabajo de los Reclusos:
De acuerdo a la política del estado dominicano el trabajo del
recluso no es un castigo, sino un medio para preparar su reinserción social,
para ayudar a su familia mientras dura la reclusión y para mejorar las
condiciones de su permanencia en prisión.
El tipo de trabajo que el estado privilegia para los reclusos es
el trabajo productivo, aquel cuyo resultado es un bien o servicio que
efectivamente tiene demanda en el mercado. Al interior del establecimiento
penal ese trabajo debe desarrollarse en las mismas condiciones en que se lleva
a cabo en el medio libre, incluyendo remuneraciones, seguridad industrial, previsión,
control de calidad y otros. Una población penal ocupada, finalmente, es más
fácil y segura de manejar que una en estado de ocio permanente; es por ello que
se debe incentivar no solo el trabajo de los reclusos, sino también toda otra
actividad que signifique un uso edificante del tiempo de reclusión.
El trabajo de los reclusos debe cumplir básicamente tres
finalidades, de similar importancia relativa; prepararlos para ganarse la vida
en forma honrada a su egreso del penal, permitirles obtener ingresos para
mejorar las condiciones de vida de sus familiares y las suyas propias, y proporcionarles
una actividad que contribuya al orden y tranquilidad cotidiana.
Proyecciones de beneficios para el Paraguay.
Las proyecciones aventuradas para el país con la implementación de
este sistema o uno similar, pueden ser tanto de índole social como económico;
en el ámbito social, promovería un reinserción social más efectiva por el hecho
de que en el tiempo recluido, el preso tendría la oportunidad de capacitarse de
manera adecuada, aprehender oficios que le habilitarían a trabajar de manera
honrada y sin tener que recurrir al delito, puesto que tendría un medio de
ingresos con lo cual sustentarse y sustentar a su familia; además de proveerle
de una forma de fomentar el desarrollo del país y su propia autoestima.
En el ámbito económico, el
Paraguay en su economía tiene una carencia pronunciada en lo referente a los mandos
medios, y a los que nos atañen de momento, mandos medios de construcción y para
mejor explicarme citare fragmentos de un artículo publicado en el diario abc color, que ilustran nuestra
realidad:
“La figura del mando medio cumple un rol clave en una sociedad
actual y este concepto deberá reconvertirse en una opción rápida de salida
laboral y, es más, en una opción que retribuya interesantes ingresos
económicos.”
“Una encuesta elaborada por el DGE en mayo del 2011, en ese
entonces llamado Servicio Nacional de Empleo (Senade), revelaba que el 29,7% de
los empresarios e industriales consultados aseguró que requieren de operadores
de equipos técnicos, oficios y manualidades. Es decir, personal de mando
medio.”
“Ámbito de las construcciones: En el ámbito de servicios de
construcción hay una escasez generalizada de técnicos competentes, y más aún
con el auge de la construcción, "desde maestro de obra, albañiles,
ayudantes, electricistas, plomeros, técnicos en refrigeración, hasta aquellos
que son un poco más especializados como los especialistas en hormigón
armado".
“En la Dirección General de Empleo realizan convocatoria de cursos
de 4 a 6 meses que permiten a los interesados a concursar en 40 puestos
vacantes, pero, lamenta Vera, solo llegan a cubrir 20.”
Con el decir de estos artículos, además de estar fomentando el
desarrollo integral de la personalidad de los
reclusos, estaremos incentivando y reavivando una parte fundamental de la economía paraguaya, la cual
está bastante descuidada y a su vez con esto podremos empezar a industrializar al país.
Autor Julio Benitez
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