Cambiar

Es momento de cortar viejos lazos que ya olvidaron su razón, dejar de caminar senderos que no llevan a ningún lugar, puesto que su trayecto acabo; es momento de dar un nuevo nacimiento a la vida; mas como todo nacer viene con dolor, el dolor del desarraigo a lo conocido, a lo cómodo y el miedo proveniente de la incertidumbre del porvenir, mejor es marcarse un objetivo aunque sea el encontrar alguno, para sobrellevar las pruebas del renacimiento que hace a uno saberse digno de aceptar un nuevo camino por el cual transitar y poder descubrir quien es realmente en su interior.

En la vida los cambios se suceden sin cesar pero no nos percatamos de ellos sino al mirar atrás; en ocasiones los cambios son tan importantes que debemos decidir sobre ellos y elegir entre lo que sentimos correcto y lo que deseamos conservar, uno lleva al cambio que nos ha de transformar de nuevo en nosotros mismos y así poder continuar; el otro, sin malicia alguna la mayoría de las veces nos estanca en el pasado, donde repetimos los mismo errores y nos impide progresar.

Las decisiones sobre como vivimos nuestra vida recae exclusivamente en nosotros, no en dios, no en nuestros padres, ni en nuestros amados o amigos; mas  lo que ocurre es que, en ocasiones la idea de perder a alguno de los nombrados o algo que nos hizo felices en su momento, incide en nuestro pensamiento y nos causa temor; el hecho inevitable de cambiar se nos presenta como posible separación, cosa que podría ocurrir en verdad, pero de ser así aunque no lo aceptemos ocurrirá,  incluso de peor manera, pues es necesario y si no tomamos las decisiones sobre nuestra vida, la vida decidirá por nosotros sin ninguna consideración; en cambio si somos nosotros quienes decidimos, tenemos la oportunidad de despedirnos con amor en caso de separación, agradeciendo la vida compartida, las alegrías que nos llenaron y las tristezas que nos enseñaron, de esta forma continuar con las esperanza de un cálido reencuentro presentándonos más plenos que en el adiós para decir un hola con amor.

De esta forma también empezamos a  aceptar lo inevitable, los cambios en los cuales no tenemos participación mas somos afectados por ellos, los cuales son la mayoría, estos nos causan dolor y muchas veces sufrimiento al no comprender su razón, pero esto es como pretender que un niño que empieza a aprende a sumar entienda para que esto  le servirá en el futuro, primero se aprende luego se entiende, pero para entender se necesita de una mente abierta y un corazón curioso que nos guié a donde debemos llegar.

La vida es bella no es ni sufrimiento ni alegría, ni bien ni mal, estos son conceptos antagónicos que usamos para explicarnos lo que ocurre en nuestros transitar, la vida es amor y enseñanza para un día encontrar la paz al encontrarnos a nosotros mismos y llegar a la unidad que existe en nuestro interior, pues nuestros son los ojos que ven el cielo y la tierra, lo abstracto y lo tangible, nuestra es la mente  que nos apartan del todo y nuestra es el alma que nos vuelve a reunir en la esencia de lo que llamamos Dios. Julio Benitez Capli